Se dice que si visitas la ciudad y no vas al malecón de Puerto Vallarta, no has estado en Puerto Vallarta. Pasear por él es conocer el corazón y el alma misma de este pueblo ahora transformado en ciudad, es el alpha-omega de lo que es el espíritu Vallartense y, sin duda, después de visitarlo sabrán de qué hablamos.
Pasará a formar parte de tu memoria de la ciudad para toda la vida, los colores, el ambiente, los aromas, la gente, las tradiciones, el arte, la armonía del lugar y su entorno y la belleza finalmente harán que forme parte de tus recuerdos preciados.
